Una iniciativa de Redes Chaco y Union Europea
Reverdecer en Misiones: mujeres y bioinsumos que sanan la tierra y fortalecen comunidades

La Biofábrica Reverdecer, impulsada por la Asociación Civil Mujeres Soñadoras en Salto Encantado, parte de Somos Red, ha sido seleccionada como una de las iniciativas ganadoras del Fondo de Desafío Innovación para el Norte Grande (DINN), con un modelo innovador de economía circular que transforma residuos agropecuarios e industriales en bioinsumos que restauran suelos y fortalecen la soberanía alimentaria.
Con una fuerte perspectiva de género y arraigo territorial, el proyecto produce fertilizantes naturales como compost, bocashi, biofertilizantes líquidos y sólidos, jabón potásico y caldo ceniza, que reemplazan insumos químicos, mejoran la salud del suelo y protegen la biodiversidad. Estos productos ya se utilizan en chacras locales, cinco de las cuales han obtenido certificación agroecológica, y otras se encuentran en proceso de transición.
La iniciativa genera empleo verde joven y femenino, impulsa la participación comunitaria y permite que las familias permanezcan en la ruralidad con oportunidades económicas sustentables. “Para nosotras, el desarrollo con innovación y sostenibilidad es clave. Este proyecto no solo recupera suelos, sino también vínculos y liderazgos”, afirma Claudia Kozakzek, presidenta de Mujeres Soñadoras.
En un entorno donde la mala gestión de residuos representa un riesgo sanitario y ambiental, Reverdecer aprovecha residuos agropecuarios, forestales, urbanos e industriales —como polvo de roca o cenizas de la industria papelera— para convertirlos en insumos de alta calidad. Este proceso se realiza con tecnología propia: la única volteadora autopropulsada del país, que permite producir 50 toneladas de bocashi cada 15 días.
El impacto ambiental, económico y social del proyecto ya ha sido reconocido en espacios académicos como el 42º Congreso Argentino de Horticultura, donde se presentaron los resultados positivos del uso de bioinsumos en comparación con fertilizantes químicos. Además, la Biofábrica trabaja en la inscripción de sus productos en SENASA, lo que abrirá puertas a nuevos mercados nacionales e internacionales.
Desde su enfoque integral, el modelo también promueve la equidad de género, revalorizando los roles de las mujeres en la producción de alimentos y en la gestión organizativa. “La transición agroecológica no es solo una técnica: es una transformación social donde la economía social y los saberes comunitarios tienen un rol central”, explican desde el equipo de coordinación.
El proyecto es parte del consorcio Somos Red, que busca replicar esta experiencia en otras localidades mediante una red de proveedores y promotores locales, adaptando el modelo a los recursos y realidades de cada territorio. Su objetivo: fortalecer el tejido social, garantizar independencia económica a mujeres y jóvenes, y enfrentar el cambio climático con resiliencia desde el campo.
Con el respaldo del Fondo DINN, Reverdecer demuestra que la articulación entre innovación, sostenibilidad y comunidad es clave para regenerar tanto la tierra como las oportunidades en el Norte Grande argentino.
