Por Florencia Tuchín

El Futuro está en el Monte región del Gran Chaco modelos de negocios que promuevan un desarrollo sustentable, competitivo e inclusivo, a través de la puesta en valor del capital natural y cultural, combinando la innovación con los saberes locales.  Y es en este abordaje, que de la mano del acompañamiento a los habitantes del territorio, se cuenta con alrededor de 2.000.000 de hectáreas bajo gestión, cuyas actividades de manejo van desde saneamiento del bosque nativo, conservación, restauración, es decir, distintas líneas de manejo con un objetivo claro, promover o restaurar los servicios ecosistémicos del bosque nativo. En este contexto, son más de 3.000 las hectáreas reforestadas, con distinto manejo y resultados, durante los últimos 15 años.

“Los mayores desafíos que se presentaron van de la mano de las necesidades y la realidad del territorio como son la degradación ambiental (falta de gestión ambiental o mal uso de los recursos forestales), la perdida de producción o imposibilidad de producir, la carencia de servicios básicos (luz, agua, conectividad), la falta de acceso a crédito o inversión, que resultan en la perdida de saberes y costumbres, como así también la migración y desarraigo”, cuenta Gonzalo Robledo, referente de ACDI, organización que forma parte de El Futuro está en el Monte.

La iniciativa nace en el año 2010 en el marco de REDES CHACO impulsada por ACDI, Fundación Gran Chaco, Fundación AVINA entre otros, e integrada actualmente por una diversidad de organizaciones de base, organizaciones civiles, Universidades, Institutos de I+D, instituciones financieras, políticas públicas y empresas, todos cooperando para que bosques y comunidades convivan y generen desarrollo en el Gran Chaco. Actualmente, El Futuro está en el Monte, lo integran más de 6000 emprendedoras y emprendedores de 70 organizaciones y 45 comunidades de 6 provincias Argentina y alianzas con Bolivia y Paraguay.

El Futuro está en el Monte, invierte en el desarrollo de un modelo de inversión colectiva de impacto, para el aprovechamiento integral y sustentable del bosque nativo. Esta iniciativa resulta innovadora ya que representa el primer modelo en el Gran Chaco para acelerar la transición hacia modelos de gestión forestal climáticamente inteligentes.

La herramienta empleada para esto es el Modelo de Impacto Colectivo. Permite impulsar la colaboración público-cívico-privada y orientar los esfuerzos hacia objetivos comunes. Para ello se desarrollaron los Ecosistemas de Negocio basados en los ecosistemas y el bienestar humano, que al mismo tiempo que aumentan la productividad y fortalece los ingresos de las poblaciones más vulnerables abordan también la adaptación a los efectos adversos del cambio climático y se cooperan con la reducción de los gases de efectos invernaderos.

• ECOSISTEMA FORESTAL: impulsando la forestación y reforestación con especies nativas.
• ECOSISTEMA GANADERO: promoviendo el Manejo del Bosque con Ganadería Integrada y desarrollo de estrategias de valorización de la producción y acceso al mercado de ganadería mayor y menor.
• ECOSISTEMA APÍCOLA: impulsando la producción y comercialización de mieles de alto valor.
• ECOSISTEMA FORESTAL MADERERO: promoviendo el aprovechamiento sustentable e integral del bosque nativo y valorizando las maderas no tradicionales a través del diseño de nuevos productos.
• ECOSISTEMA FORESTAL NO MADERERO: diversificando las producciones, impulsando nuevos productos a partir del bosque nativo, como productos de frutos de los bosques, tintes naturales y extractos naturales.
• ECOSISTEMA INDUSTRIA CULTURAL: fortaleciendo la producción y el acceso al mercado a partir del rescate cultural de las producciones en base a fibras naturales, así como el desarrollo de nuevos servicios locales como los turísticos.