Carta de Río, a los negociadores y líderes de América Latina y el Caribe
Las instituciones firmantes de esta carta, reunidas en Río de Janeiro entre el 29 y el 31 de octubre de 2024, instan a los gobiernos de nuestra región a priorizar la adaptación climática y la resiliencia de nuestras comunidades frente a las crecientes amenazas e impactos provocados por el calentamiento global, y para el combate a las desigualdades sociales, raciales y de género. En la COP 29 en Bakú, es necesario poner la adaptación en primer plano en las negociaciones. Destacamos:
Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG): Para garantizar un financiamiento climático adecuado y accesible a los países en desarrollo, abogamos por que el NCQG incluya metas específicas y separadas para adaptación y pérdidas y daños (L&D), basadas en recursos nuevos, accesibles a través de donaciones y centrados en las necesidades de los más vulnerables, como niñas y niños, pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales. Demandamos metodologías claras para asegurar la transparencia y evitar la doble contabilización de recursos, así como una conexión robusta entre el NCQG y el Objetivo Global de Adaptación (GGA), garantizando un enfoque coordinado. El NCQG también debe dar respuesta a las conclusiones del Informe sobre la Duplicación de la Meta de Financiamiento para Adaptación, que señalará avances y brechas en los flujos de financiamiento.
Objetivo Global de Adaptación (GGA): Necesitamos un progreso claro en el primer año y una estrategia sólida para el segundo año del Programa de Trabajo UAE-Belém sobre indicadores, incluyendo la participación de expertos y partes interesadas para refinar el mapeo de acciones y desarrollar nuevos indicadores y metodologías, con priorización a raza, género, edad y medios de implementación.
Financiamiento para Pérdidas y Daños: Exigimos contribuciones concretas y de escala suficiente de los países desarrollados para el Fondo y la Red de Santiago para Pérdidas y Daños (SNLD). Este financiamiento debe ser adicional, basado en donaciones, libre de endeudamiento e independiente del financiamiento para adaptación. También es esencial garantizar modalidades de acceso directo, de manera que el apoyo financiero llegue a las comunidades locales, eliminando las barreras que limitan su alcance.
Ciclo de Ambición: Alentamos a todos los países a incluir componentes de adaptación y de pérdidas y daños tanto en los Informes Bienales de Transparencia (BTRs) como en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC 3.0). Hasta el momento, solo tres países han presentado sus BTRs, dos de ellos de nuestra región – Guyana y Panamá – ambos con secciones dedicadas a adaptación y pérdidas y daños. Estos ejemplos refuerzan el compromiso con la transparencia, que otros países deben seguir. Las NDCs deben contener consideraciones sólidas de adaptación, operacionalizar el Marco de los Emiratos Árabes para Resiliencia Climática Global e incluir medidas de respuesta a pérdidas y daños para los territorios vulnerabilizados.
Esta carta es un llamado a una respuesta ambiciosa y coordinada, asegurando que nuestras comunidades, ecosistemas y economías estén más preparadas para enfrentar el presente más caliente y de clima más inestable y combatir el racismo ambiental en los territorios. La COP 29 debe ser un hito de avance para nuestra región, donde los compromisos se traduzcan en acciones y las promesas resulten en pasos concretos hacia la COP 30.
Con determinación y esperanza,