La Dimensión Social
MARIANA FRANCO
GRUPO SUNU PARAGUAY
“La verdad que muy contenta de poder llegar al cierre de este EMCHA. Fue un mes muy intenso, donde nos pudimos reencontrar, donde nos fue posible hacerlo de manera presencial, así lo hicimos y donde no, lo hicimos de manera virtual. Durante este tiempo, hemos dialogado con las compañeras del Colectivo de Mujeres del Chaco Americano sobre sus sueños, sobre los avances, sobre los desafíos en torno al derecho de las mujeres. Hemos conversado también con la mesa de articulación indígena en esta región del Chaco. Hemos participado de varias mesas técnicas como el agua, medioambiente y de producción con los técnicos de las organizaciones de la sociedad civil, de cooperación internacional, de gobiernos locales, regionales e internacionales.
A mí me toca en esta oportunidad, hacer como un recuento de los temas principales vinculados a la situación o a la dimensión sociocultural. Como todos saben, el Chaco es un territorio multilingüe y pluricultural donde habitan poblaciones anteriores a la conformación de los Estados, y también conviven con poblaciones criollas campesinas y, más recientemente, con poblaciones migrantes. Fundamentalmente, uno de los desafíos más importantes a atender, está todavía vinculados a esta visión de aislamiento que se siente en el Chaco. Un aislamiento que no solamente es una lejanía a los centros de toma de decisiones, sino que también está vinculado a esta lejanía o aislamiento simbólico. Los chaqueños y chaqueñas alzaron su voz para decir “esta región es importante”, esta región es importante por su dimensión biocultural, por su biodiversidad. Es importante como eco región, es importante como región productiva. Entonces, romper con este aislamiento, es visualizar la situación del Chaco y hacer un llamado a los gobierno locales e internacionales a mejorar las políticas públicas direccionadas a la gran región del Chaco Americano.
Por otro lado, otro de los temas que más se trabajó o dialogó, está vinculado lamentablemente a la situación de pobreza en la cual muchas poblaciones de la región se encuentran sumidas. El índice de pobreza, necesidades insatisfechas básicas es aún muy alto en la región, teniendo a centenares de familias en situación vulnerable sobre todo en el acceso a alimentación y a salud. Hicieron un llamado a las autoridades, a mayor y mejor inversión para políticas públicas, de protección social direccionados a estas poblaciones vulnerables. Por otro lado, las mujeres hacían un llamado una y otra vez al acceso a mejores servicios básicos como salud, educación para que sus hijos e hijas puedan tener una vida digna y que ellas también puedan desenvolverse con mayores oportunidades en este Gran Chaco Americano.
Así también, conversando y dialogando con la mesa de articulación indígena, muchos de ellos hablaban de la necesidad de fortalecer las políticas públicas al acceso y al aseguramiento de los territorios indígenas. Hoy el tema de la tierra sigue siendo una problemática en muchas de estas comunidades a nivel trasnacional donde aún las tierras no están aseguradas, aún están en disputa y ellos hacen un llamado a prestar atención a estas situaciones. El acceso a la tierra, para muchas de las comunidades indígenas, anteriores a la conformación de los estados, sigue siendo una situación de lucha. Nos hablaban también de la necesidad de acceder a una mejor justicia, una justicia que llegue para todos y todas, una justicia autónoma, una justicia comunitaria, una justicia intercultural. Nos hablaban también las mujeres de la necesidad de establecer mejores y más mecanismos para el acceso a la justicia sobre todo en casos de violencia de género, un derecho a la vida libre de violencia, es uno de los pedidos que muchas de las mujeres hacen hoy hacia el acceso a una mejor justicia en la región.
También tuvimos la oportunidad de hablar con jóvenes, mujeres y varones, la juventud chaqueña que puso su voz, sobre todo para decir a la población de que ellos están aquí, que ellos sueñan con quedarse, trabajar, hacer familia, producir en este Chaco, pero para que esto sea una realidad necesitan un mejor y mayor acceso a la educación de calidad. Muchos de ellos hoy tienen que migrar a las ciudades para poder estudiar, para poder formarse y también para poder trabajar. Ellos nos hablaban también de una mirada de joven, del derecho al esparcimiento, del derecho al arte, a la cultura, del derecho al deporte, espacios necesarios de participación juvenil, sin dejar de mencionar la voz de la juventud sobre los procesos de cambio climáticos que los tiene muy preocupados.
Por otro lado, es importante también mencionar que uno de los capitales sociales más grandes que tiene el Chaco como región es una población altamente organizada. Las comunidades indígenas, criollas, campesinas cuentan con organizaciones de mujeres, de productores, artesanas, de jóvenes que protegen su territorio, que protegen su cultura, que se forman para poder incidir en las políticas públicas. Por lo tanto, hacen un llamado a mejorar los mecanismos de acceso y participación a los sistemas de gobernación a todos aquellos que están vinculados a temas que preocupan y que hacen a la vida y su existencia y su reproducción de sus comunidades.
Una de las grandes posibilidades que fue muy sentida durante esta pandemia es la de mejorar o achicar la brecha digital. Tanto mujeres, como hombres, como jóvenes nos hablaron de la necesidad de mejorar el acceso a la conectividad, alfabetización digital, de modo que puedan no solamente acceder a mejores posibilidades de formación sino también el acceso a mercados para sus productos y también acortar las distancias, sobre todo en lo que tiene que ver la gestión de trámites con los gobiernos centrales.
Fundamentalmente, fue un tiempo de mucha reflexión, tiempo de soñar juntos y de visualizar que un Chaco inclusivo e intercultural es posible”.